Rosalía Celak, una mística con una misión muy especial

Rosalía Celak, declarada venerable por el Papa Francisco el 9 de abril de 2022, nació en Polonia en los primeros años del siglo XX. Desde muy pequeña experimentó fenómenos místicos, como visiones y palabras de la Virgen María y de Jesús. Se curó milagrosamente a los dieciséis años, antes de pasar por una larga noche de fe que, sin embargo, no la alejó de Dios. Su deseo de ayudar a los demás la llevó a trabajar como ordenanza en un hospital, antes de decidir enclaustrarse en un convento. Sin embargo, se vio obligada a volver al cuidado de los enfermos, una tarea que la agotaría durante el resto de su corta vida. A través de Rosalía, Jesús pidió ser entronizado como Rey de Polonia, pero esto no le fue concedido hasta sesenta años después de la muerte de Rosalía. Murió en septiembre de 1944, no sin visiones de pesadilla de las consecuencias de la guerra.

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Razones para creer:

Rosalía fue agraciada con palabras y visiones desde su infancia. No tenía ninguna duda de que eran Jesús y María quienes le hablaban o se le aparecían. Más tarde, fue examinada por médicos y neurólogos, que no encontraron nada patológico en ella. Estaba perfectamente sana.
A los dieciséis años, Rosalía cayó gravemente enferma y tuvo que guardar cama. Los médicos no supieron diagnosticarla ni aliviarla. Sin embargo, para sorpresa de todos, se curó milagrosamente tras una novena a la Virgen María.
A pesar de una noche de fe que duró seis años, Rosalía nunca perdió la fe y estuvo segura el resto de su vida de que Jesús estaba a su lado en sus pruebas.
Su mayor deseo era escapar del infierno del hospital, donde sólo oía blasfemias, y entrar en un convento. Sin embargo, no es ese el deseo de Dios, como le hace saber, y se ve obligada por la enfermedad a abandonar el convento de clarisas en el que había ingresado unos meses antes.
Rosalía pide que Jesús sea entronizado como Rey de Polonia, siguiendo una petición del propio Jesús. La tarea resultó extremadamente difícil, ya que las autoridades no escucharon la petición de Rosalía. Si hubiera tenido mucha imaginación, probablemente no se le habría ocurrido una petición tan casi imposible. De hecho, la petición no fue atendida en vida de Rosalía, sino que finalmente se tuvo en cuenta sesenta años después de su muerte. Una petición así no podría prosperar después de tanto tiempo sin la ayuda de una fuerza sobrenatural.
Las visiones del futuro que recibió Rosalía se vieron tristemente confirmadas por la trágica realidad de la Segunda Guerra Mundial.

Resumen:

Rosalía Celak nació en septiembre de 1901 en Polonia. Era la mayor de ocho hermanos en una familia muy piadosa que le dio una muy buena educación religiosa. Desde muy joven se sintió atraída por el camino místico. Mientras se preparaba para el sacramento de la Primera Comunión, oyó a Jesús hablarle por primera vez: "Hija mía, ámame como mi corazón te amó primero, ámame por todo el mundo". A partir de entonces, Jesús y María se convirtieron poco a poco en el centro de su universo.

Sus primeras pruebas llegaron a los dieciséis años. De repente, contrajo una grave enfermedad que no pudo ser diagnosticada. Estuvo en cama durante un mes y los médicos estaban desconcertados. Se dirigió a la Virgen María y rezó una novena por ella; para sorpresa de todos, se curó milagrosamente. Comprendió entonces que el sufrimiento conducía a la santidad y que le esperaban sufrimientos espirituales, aún más graves, en un futuro próximo.

A los diecinueve años, entró en una terrible noche de fe que duraría seis largos años. Considera que el sufrimiento de aquella noche fue "mil veces peor que la misma muerte": "Mientras mi alma era constantemente atormentada, perdí poco a poco de vista a Nuestro Señor. Estaba sumida en una oscuridad tan profunda que la mente humana se vuelve totalmente impotente [...]. Cada hora me parecía que caía por el precipicio infernal".Durante el último año, sus visiones del infierno fueron atroces y experimentó dolores físicos abominables, mientras oía cómo el diablo se burlaba de ella. Un día, se desmayó y se encontró pasando del infierno al cielo. A partir de entonces, el Señor nunca la abandonó.

En 1924, Rosalía se trasladó a Cracovia y trabajó en el departamento de dermatología de un hospital, donde se codeó con prostitutas que blasfemaban y calumniaban todo el tiempo. Le horrorizaba este "infierno en la tierra" y decidió abandonar el hospital para ingresar en las Clarisas. Pero nada más entrar, le advierten que ese lugar "no es para ella". En los meses siguientes, se vio obligada a marcharse porque su salud se había deteriorado gravemente. Volvió al servicio de enfermedades venéreas del hospital como celadora. Más tarde aprobó el examen de enfermería.

Poco a poco, progresa en su vida espiritual y tiene visiones místicas. Su confesor le aconsejó que escribiera sus visiones y las peticiones de Cristo.

Ya en 1930, a través de Rosalía, el Señor pidió que fuera entronizada como Rey de Polonia: "Si Polonia quiere salvarse, debe proclamar a Jesús como su Rey mediante el acto de entronización. Esto debe hacerlo toda la nación y, en particular, las autoridades del Estado y de la Iglesia, que deben llevar a cabo la ceremonia en nombre de la nación". Habló con su confesor. Aunque él y sus superiores aceptaron de buen grado, guiados por la Virgen, la misión resultó muy difícil. Las autoridades eclesiásticas superiores la hicieron examinar por un médico y luego por un neurólogo. No se encontró nada sospechoso.

En marzo de 1938, Rosalía tuvo visiones de la guerra que se acercaba, y el Señor le aseguró que Polonia se salvaría si ella le consagraba rey. Rosalía se sintió profundamente afligida por la situación, que no avanzaba, y se mortificó aceptando las tareas más ingratas. En los meses siguientes, tuvo una visión del globo terráqueo y una voz le explicó que "el castigo será terrible por los pecados y crímenes cometidos por la gente de todo el mundo", y que "la entronización debe tener lugar en Polonia". Entonces el globo se resquebraja y es invadido por espesa lava. La voz explica que la guerra lo arrasará todo, que no es el fin del mundo, sino el precio que hay que pagar por los pecados y el odio del mundo.

Los esfuerzos por celebrar la entronización de Jesús como Rey de Polonia fracasaron antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Polonia y muchos otros países quedaron arruinados y devastados. Durante la guerra, cuando Rosalía estaba preocupada por el destino de Polonia, Jesús le dijo: "¿Es el tiempo de Dios el mismo que el de los hombres? ¿Acaso no estoy preparando los corazones humanos para el momento solemne de la entronización? ¿Crees que mi promesa no puede cumplirse?"

Rosalía murió poco a poco, debilitada por el duro trabajo, la enfermedad y el dolor, mientras su llamada seguía siendo ignorada. Murió el 13 de septiembre de 1944. Muchos fieles asistieron a su funeral.

Finalmente, fue entronizada Rey de Polonia en 2016, en una gran celebración a la que asistieron las autoridades políticas, numerosos fieles y miembros del clero.

El proceso de beatificación de Rosalía comenzó en 1996. El Papa Francisco la declaró venerable en 2022.

Camille Mino di Ca acaba de bautizarse y convertirse a los cincuenta años. Apasionada de las historias de conversión y de la vida de los santos, escribe para Hozana y otros medios. Escribe biografías, teatro, poesía y canciones.

Ir más lejos:

El sitio web dedicado a la Sierva de Dios Rosalie Celakowna.

Más información:

En la página web de la postulación de Rosalía Celak, en polaco: Biuro Postulacji S.B. Rozalii Celakówny.
En la página web de la Congregación para las Causas de los Santos: Rosalia Celak.