La incoherencia de la crítica al cristianismo

Cuando una doctrina es falsa, sus adversarios buscan la mejor manera de criticarla y, en cuanto la encuentran, concentran naturalmente sus ataques en los puntos débiles señalados. Resulta sorprendente comprobar que las críticas a la verdad del cristianismo son a menudo incoherentes, de modo que se le acusa de todo y de su contrario.

Por ejemplo, se dice que la religión se inventó para tranquilizar a la humanidad ante la muerte, pero al mismo tiempo se critica a la Iglesia por haber inventado el infierno para atemorizar a los fieles, lo cual es contradictorio. Del mismo modo, se critica al cristianismo, por una parte, por tener una visión irracional y, por otra, por confiar demasiado en la razón; por ser demasiado tranquilizador y a la vez demasiado atemorizador; por ser moralizante e inmoral a la vez; por ser demasiado permisivo y también demasiado riguroso; de ser fundamentalista, pero demasiado alejado de las Escrituras; de ser nacionalista y enemigo de las naciones; de distraer a la gente de la realidad al tiempo que interfiere en la vida pública; de ser demasiado crédulo y demasiado crítico; etcétera.

Pero si existen tales incoherencias en todas las críticas dirigidas a la Iglesia, ¿no es esto en realidad, paradójicamente, otra razón seria para afirmar la credibilidad del cristianismo? Si hubiera una debilidad importante en la visión cristiana del mundo, habría dado lugar a críticas fuertes y coherentes, pero es evidente que no es el caso.

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Razones para creer:

Jesús mismo describió este fenómeno, ya observable en su tiempo: "Porque ha venido Juan el Bautista, y no come pan ni bebe vino, y decís: 'Este es un endemoniado'. Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: 'He aquí un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores'" (Lc 7, 33-34).
En los 2.000 años que lleva sometida a críticas contradictorias de generación en generación, la Iglesia siempre se ha mantenido firme, mientras los regímenes políticos y los sistemas filosóficos que se le oponían se derrumbaban uno tras otro.
Fundamentalmente, el cristianismo acepta y asume todos los conocimientos del orden natural (ciencia, filosofía, sociología, etc.), de modo que ningún conocimiento verdadero queda excluido de la razón cristiana; mientras que la razón materialista, al negar por principio la hipótesis de lo sobrenatural, se priva a sí misma de toda posibilidad de comprender la vida religiosa.
Muchos conversos pueden atestiguar que la fe cristiana, cuando se vive, no se parece en nada a lo que imaginaban desde fuera.

Resumen:

Cuando chocan varias teorías, la razón juzga naturalmente que la más coherente es la más creíble, en tres aspectos: la más coherente en sí misma (ninguna contradicción lógica); la más coherente con la realidad (explica eficazmente la realidad); la más coherente en su demostración (en su metodología). En los tres aspectos, la religión cristiana es a menudo más coherente que las críticas que se le hacen.

He aquí algunos ejemplos de contradicciones lógicas en las críticas al cristianismo:

Irracionalidad / excesiva confianza en la razón. La crítica más frecuente a la religión es que es irracional, una cuestión de sentimiento subjetivo. Pero en cuanto se habla de causas primeras (la creación) o de fines últimos (el sentido de la vida), se dice que no pueden ser tratados por la razón - y es la Iglesia la que, contra el pensamiento dominante, confía en la capacidad de la razón para mantener un discurso verdadero incluso en el orden metafísico.
Demasiado tranquilizador / demasiado aterrador. A menudo se dice que la religión fue ideada por el hombre para tranquilizarse ante la muerte. Al mismo tiempo, se critica a la Iglesia por manipular a las masas a través del miedo al infierno.
Moralizante / inmoral. Se critica a la Iglesia por ser culpabilizadora porque recuerda a la gente el pecado y enseña una verdad moral objetiva. Al mismo tiempo, la gente se apresura a denunciar el mal cometido por los católicos, especialmente los sacerdotes. Necesitamos saber: ¿existe el mal objetivo, sí o no?
Demasiado permisiva / demasiado rigurosa. Se critica a la Iglesia por predicar una doctrina demasiado difícil y por ser demasiado rigurosa al no evolucionar sobre lo que está permitido y lo que está prohibido, al mismo tiempo que se la critica por su aplicación ilimitada de la misericordia, en particular a través de la confesión y las indulgencias.
Fundamentalista / demasiado alejada de las Escrituras. Como la Iglesia considera irreformables ciertas cosas basadas en la autoridad de las Escrituras (el matrimonio, el sacerdocio, la Eucaristía, etc.), el mundo moderno la acusa de fundamentalismo. Sin embargo, algunos protestantes la acusan de lo contrario: que la Iglesia católica se ha apartado de las Escrituras a causa de su Tradición.
Nacionalista / enemiga de las naciones. Como la doctrina social de la Iglesia reconoce la existencia de las naciones y su derecho a perdurar, algunos acusan a la Iglesia de nacionalismo; pero, históricamente, la Iglesia también ha sido perseguida como el "partido del extranjero" cuando los católicos se negaban a dejar la comunión con el Papa para unirse a una Iglesia nacional (Inglaterra, China, etc.).
Apartar a la gente de la realidad / inmiscuirse en lo que no le incumbe. Cuando la Iglesia invita a la gente a volverse hacia el Cielo, se dice que la distrae de su compromiso temporal; pero cuando la Iglesia toma posición sobre una cuestión política o social, se la devuelve a la "esfera privada" y se le niega el derecho a actuar en el mundo público.
Demasiado crédulos / demasiado críticos. Esto no es nada nuevo, si recordamos que los cristianos, hoy considerados crédulos, fueron perseguidos en la Antigüedad bajo la acusación de ateísmo, porque habían comprendido la ilusión de las mitologías.

Tales críticas proceden a menudo de la ignorancia de lo que es realmente la fe cristiana. Muy a menudo, quienes creen criticar la fe cristianano tienen un conocimiento suficiente de ella. Por ejemplo, se dice que la doctrina de la creación es incompatible con la ciencia, porque es bien sabido que el mundo no surgió en seis días como dice la Biblia. El problema es que, en realidad, los cristianos tampoco creen que el mundo se creara literalmente en seis días. Del mismo modo, algunos afirman que la creencia en Dios es simplemente un parche para la ignorancia científica; pero en realidad, para la mayoría de los creyentes, la fe se basa no sólo en razonamientos sobre el origen del mundo, sino en toda una serie de causas diferentes. Del mismo modo, ¿cuántos de los que critican la moral sexual de la Iglesia la han estudiado realmente? En muchos aspectos, las críticas que se hacen a la Iglesia sencillamente no se corresponden con el modo de vida cristiano; no son coherentes con la realidad.

Por último, algunas críticas a la religión (y al cristianismo en particular) son incoherentes en su uso, porque se aplican en una dirección cuando son igualmente válidas en la dirección contraria. Es el caso, sobre todo, de cierto reduccionismo psicológico, cuando oímos decir: "Crees en Dios porque te han educado así", o "Crees en Dios por tal o cual razón psicológica (en particular, el miedo a la muerte)". Pero, ¿se preguntan esas mismas personas alguna vez si ellas mismas son incrédulas porque fueron educadas así, o si han abandonado la fe por alguna razón psicológica (miedo al juicio, por ejemplo)?

La incoherencia de todas estas malas críticas contrasta con la notable coherencia de la doctrina cristiana.

Tristan Rivière

Más allá de las razones para creer:

Evidentemente, no hay que confundir la crítica al cristianismo con la crítica a los cristianos: como todos, los cristianos tienen sus pecados e incoherencias. La propia institución eclesial puede tomar malas decisiones o presentar aspectos criticables. Pero la propia doctrina cristiana, y su auténtica ilustración práctica en la vida de los santos, es extraordinariamente coherente.

Ir más lejos:

Asociación Marie de Nazareth, Lumière du monde : la beauté de l’Église et le génie catholique (Luz del mundo. La belleza de la Iglesia y el genio católico) MDN Producciones, 2020.

Más información:

El vídeo de Marie de Nazareh: Luz del mundo: la belleza de la Iglesia y el genio católico, 2021.
Gilbert Keith Chesterton, Orthodoxie, collection « Partie Classics », éditions Première Partie, Paris, 2014
Matthieu Lavagna, Soyez rationnel, devenez catholique ! colección "Apologétique", MDN Productions, París, 2022.
Vídeo del Hermano Paul-Adrien y del Abad Aymar: 5 clichés sur l’Église, 2022.