Edith Stein "unida a Cristo, como una católica, y a su pueblo como una judía".
Nacida en el seno de una familia judía practicante, Edith Stein siguió un camino intelectual y espiritual de conversión al catolicismo. Brillante filósofa y teóloga, enseñó y dio conferencias por toda Alemania a pesar de un clima desfavorable tanto hacia los judíos como hacia las mujeres. En particular, desarrolló una teología de la mujer y un análisis de la filosofía de Santo Tomás de Aquino. Continuó su labor en el convento de las Carmelitas antes de ser detenida y enviada a Auschwitz, donde destacó por su comportamiento cariñoso y devoto hacia los demás prisioneros.
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Razones para creer:
- Edith Stein estaba animada por un fuerte deseo de búsqueda de la verdad. Su conversión al catolicismo en 1921 fue un viaje cuyas diversas etapas pueden seguirse a través de su vida y sus escritos.
- Edith estaba muy unida a su madre, que era judía practicante. Sin embargo, ella misma se encargó de contrariarla y desprenderse del judaísmo, la religión de su infancia, para seguir a Cristo.
- Edith estaba dotada de una inteligencia extraordinaria, reconocida por sus coetáneos (el filósofo Edmund Husserl, por ejemplo, se deshizo en elogios hacia ella). La racionalidad no es ajena a los factores que llevan a Edith a convertirse.
- En el campo de exterminio nazi, Edith Stein dio un sobrecogedor testimonio de amor a través de los cuidados y la ternura que mostraba hacia los más débiles. "En un mundo donde Dios es negado, ella es testigo de la presencia de Dios" (Profesor Jan Nota).
- Los escritos de Edith Stein inspiran sed de verdad y animan a seguir un camino similar al suyo, que conduce a Cristo.
Resumen:
Edith Stein nació en 1891 en el Reino de Prusia, parte del Imperio Alemán. La madre de Edith era una judía devota.
Desde muy pequeña, Edith Stein se interesó mucho por sus estudios y fue una alumna excelente. Al llegar a la adolescencia, abandonó su práctica religiosa: "Con la conciencia tranquila y por libre elección, dejé de rezar". Ávida lectora, se interesó especialmente por la filosofía, que estudió en la Universidad de Breslavia después del bachillerato. También siguió cursos de psicología e historia y estudió varios idiomas.
Cuando Edith Stein descubrió los temas desarrollados por Edmund Husserl, acudió a Gotinga, donde se reunían los principales filósofos de la fenomenología. Edith fue la primera mujer en Alemania que presentó una tesis en filosofía ("Sobre el problema de la empatía"). Se convirtió en colaboradora de Husserl, para quien realizó un considerable trabajo de investigación y síntesis. Husserl escribió de ella: "El gran estilo con el que se han desarrollado estas aportaciones, el carácter científico minucioso y la finura que ha mostrado en ellas, merecen el más alto reconocimiento".
La conversión de Edith Stein fue fruto de un viaje intelectual y espiritual que duró varios años. Ella misma identificó varias etapas clave:
- La visita a la catedral de Fráncfort, donde Edith vio a una mujer que volvía del mercado y entraba para rezar una breve oración, saliendo poco después. "Esto era algo completamente nuevo para mí. En las sinagogas y templos que conocía, cuando íbamos era para el servicio. Aquí, en medio de los asuntos cotidianos, alguien entraba en una iglesia como para un intercambio confidencial. Nunca he podido olvidarlo".
- Edith también se vio profundamente afectada por la muerte en el frente de su amigo filósofo Adolf Reinach en 1917. La influencia moral de la viuda de Reinach tuvo un profundo efecto en Edith: "La causa decisiva de mi conversión al cristianismo fue la forma en que mi amiga cumplió, mediante el poder del misterio de la Cruz, el sacrificio que le había sido impuesto por la muerte de su marido".
- Edith lee el Libro de la Vida, la autobiografía de SanTeresa de Ávila. Lo lee con pasión, como si le fuera dirigido a ella personalmente. A través de las palabras de Santa Teresa, Edith encontró la palabra de Cristo. Comprendió que la verdad que buscaba en la filosofía era una Persona, y que esa Persona era el Amor. "Cuando cerré este libro, me dije: ésta es la verdad".
Anunciar esta conversión a su madre fue muy difícil para Edith ("En cuanto a mi madre, mi conversión es el dolor más pesado que puedo infringirle") . Fue bautizada en 1922 e ingresó en el Carmelo de Colonia once años más tarde, tomando el nombre de Sor Teresa Benedicta de la Cruz. Allí continuó su obra, que no pudo publicarse en vida a causa de las leyes antisemitas del Tercer Reich.
Ante el peligro que suponía el ascenso al poder del partido nazi, Edith Stein pudo marcharse al convento carmelita de Echt, en los Países Bajos, donde se sumergió en el estudio y la traducción de las obras de San Juan de la Cruz. Finalmente fue detenida por las SS en 1942, junto con su hermana, que se había unido a ella en el Carmelo. Edith Stein aceptó plenamente que era judía y que pertenecía al linaje de Cristo. "Había dejado de practicar la religión judía y sólo tras mi regreso a Dios volví a sentirme judía". Deportada a Auschwitz, murió a los 51 años. Quienes la conocieron en el campo de exterminio quedaron impresionados por su testimonio deamor y la describieron como un "ángel de consuelo".
Edith Stein fue canonizada en 1998 por Juan Pablo II, que la describió como "una hija de Israel, que durante las persecuciones nazis permaneció unida con fe y amor al Señor crucificado, Jesucristo, como una católica, y a su pueblo como una judía".
Más allá de las razones para creer:
Edith Stein ha pronunciado varias conferencias sobre el tema de la mujer. Se basó en la teología, la psicología y la filosofía para explorar la especificidad (Eigenart) de la mujer en relación con el hombre, y sus respectivos destinos. En el contexto social actual, su obra sigue siendo desconcertantemente pertinente.