Sin ninguna oportunidad de vivir: la curación milagrosa de un bebé

Resumen:

Michael Schachle, de Tennessee (EE.UU.), no estaba destinado a vivir. A las diecinueve semanas de vida intrauterina le diagnosticaron trisomía 21 e hidropesía fetal, una grave afección que provoca una importante inflamación de los pulmones, el corazón y/o el abdomen. Aunque algunos bebés con hidropesía fetal por sí solos pueden sobrevivir tras el nacimiento, la combinación de hidropesía y trisomía 21 es sinónimo de sentencia de muerte.

"No podemos hacer nada, no sobrevivirá. Podemos inducir el parto ahora, o puedes esperar y dejar que la naturaleza siga su curso, pero morirá". Estas fueron las devastadoras palabras dirigidas a los padres de Michael. Pero los padres, fervientes defensores de la vida y padres ya de doce hijos, tenían otro plan en mente. Negándose a provocar la muerte de su hijo, optaron por rezar por un milagro.

Daniel, el padre de Michael, trabaja como agente de seguros para los Caballeros de Colón, una organización caritativa católica. Él y su esposa Michelle decidieron rezar específicamente por la intercesión del fundador de los Caballeros, el Padre Michael McGivney: "Como padre, no podía verme en el papel de matar a mi hijo. Me molestabaque me pidieran que lo hiciera".

Los padres Schachle nunca pidieron que Michael se curara de la trisomía 21, sólo de la hidropesía fetal, como explica el padre de Michael: "Nunca pensamos ni por un segundo que la trisomía 21 fuera un problema.Íbamos a quererle como Dios le había creado. Nuestras oraciones siempre se centraron en una cosa: "Señor, salva a nuestro bebé". No tenía nada que ver con las anomalías cromosómicas; las veíamos como un regalo. Durante años, nuestros hijos participaron en la recaudación de fondos de los Caballeros de Colón para ayudar a las personas discapacitadas. Sería absurdo decir: 'Esto es inaceptable', después de dedicar tantos años a defender a gente como él". Su madre, Michelle, también confirma sus palabras: "Rezábamos para que la hidropesía desapareciera y pudiera vivir. Sólo queríamos que viviera".

Los acontecimientos dieron un giro extraordinario cuando la pareja se embarcó en una peregrinación a Europa, a pesar del sombrío pronóstico médico. A través de sutiles señales y momentos de gracia que parecían orquestados por una mano divina, su fe se fortaleció y se convencieron de que tenían que seguir esperando la acción divina. El punto de inflexión se produjo durante un viaje a Fátima (Portugal), donde la Virgen María se apareció a tres jóvenes pastores.

De vuelta a Estados Unidos, cuando se acercaba la fecha del parto y la ansiedad persistía, Michelle acudió con su marido a una ecografía prenatal a las veintitrés semanas de gestación. Desafiando toda explicación médica, sus plegarias fueron escuchadas: la hidropesía fetal había desaparecido misteriosamente.

Michael nació prematuramente por cesárea el 15 de mayo de 2015: se llama Michael en honor del padre Michael McGivney, fundador de los Caballeros de Colón. Esta curación, calificada de milagro por las autoridades eclesiásticas, condujo a la beatificación del padre Michael McGivney el 27 de mayo de 2020 por el papa Francisco.

Más allá de las razones para creer:

Estas curaciones milagrosas testimonian y confirman las palabras de Jesús: "En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre" (Jn 14,12).

La incapacidad de explicar de forma natural las numerosas curaciones a priori imposibles que se producen cuando se invoca el nombre de Jesús es una sólida razón para creer en la veracidad de la fe cristiana.

Ir más lejos:

En el sitio web de la Nueva Agencia Católica, el artículo: "Conozca a Michael McGivney Schachle, el bebé milagro que ayudó a convertir a su tocayo en Beato".

Más información:

• El video del Consejo Supremo de Caballeros de Colón: Bebé Milagrosamente Curado por Intercesión de Nuestro Fundador el Padre McGivney.