Resumen:
Algunos dudan de la autenticidad de las reliquias de la Pasión (el Sudario de Oviedo, la Túnica de Argenteuil, la Sábana Santa de Turín) y de los milagros eucarísticos (incluido el de Lanciano, que data del siglo VIII). Los escépticos afirman que estas reliquias son obra de falsificadores medievales. Sin embargo, tras los análisis científicos realizados sobre estos objetos, centrados en particular en la cuestión del grupo sanguíneo, resulta que la hipótesis del fraude puede refutarse de varias maneras.
Veamos brevemente lo que dicen los análisis sobre estos diferentes objetos.
Lanciano (siglo VIII, analizado en 1970-1971)
El milagro de Lanciano se remonta al siglo VIII en Italia. El sacerdote que celebraba la misa atravesaba un período difícil en su fe y dudaba de la veracidad de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. En el mismo momento en que pronunciaba las palabras de la consagración, la hostia que tenía en sus manos cambió repentinamente y se convirtió en carne. Los restos de la hostia se conservan y exponen en una custodia en la iglesia de San Francisco de Lanciano. En 1970, el Vaticano autorizó un examen médico preciso de la hostia para verificar la autenticidad del milagro. La tarea fue confiada al doctor Edoardo Linoli, profesor de anatomía, histología, química y microscopía clínica y jefe de servicio del hospital de Arezzo. Se llevaron muestras de la antigua hostia al laboratorio para su análisis científico, que duró varios meses. El informe detallado, presentado el 4 de marzo de 1971, es absolutamente sorprendente: ".1 La "carne milagrosa" es realmente carne, constituida por tejido muscular miocárdico estriado. 2 La "sangre milagrosa" es sangre real. El análisis cromatográfico lo demuestra con absoluta e indiscutible certeza. 3 El estudio inmunológico demuestra que la carne y la sangre son efectivamente de naturaleza humana y la prueba inmunohematológica permite afirmar con total objetividad y certeza que ambas pertenecen al mismo grupo sanguíneo AB. 4 Las proteínas contenidas en la sangre están distribuidas normalmente en un porcentaje idéntico al del patrón seroproteico de la sangre fresca normal. 5 Ninguna sección histológica ha revelado trazas de infiltración de sustancias conservantes, utilizadas antiguamente con fines de momificación".
Tixtla (2006)
En el caso del milagro de Tixtla, que tuvo lugar durante una misa el 22 de octubre de 2006, los científicos pudieron detectar hemoglobina humana (presente únicamente en las células sanguíneas). Todo ello ante una cámara en funcionamiento. En 2009, el doctor Castagnon Gómez se encargó de observar las investigaciones sobre la hostia que había empezado a sangrar tres años antes. Envió las muestras que había recogido a dos laboratorios diferentes, y los resultados concluyeron simultáneamente que la sangre también era del tipo AB. Esto fue confirmado más tarde, en 2010, por el laboratorio Gene-Ex (Bolivia), bajo la dirección de la doctora Susana Pinelle Prado, de La Paz (que no sabía de dónde había salido la muestra que estaba analizando). Mejor aún, la Dra. Pinell Prado pudo descubrir durante estas pruebas de laboratorio que el Rh de la sangre (Rh) era negativo.
La Sábana Santa de Turín
En cuanto a la Sábana Santa, los científicos John Heller y Alan Adler realizaron pruebas entre 1980 y 1981. Estas pruebas demostraron inmediatamente que la sangre era de origen humano. El profesor Pierluifi Baima Bollone confirmó en 1982, tras analizar doce piezas diferentes recuperadas el 9 de octubre de 1978, que la sangre era efectivamente de origen AB.
En 1984, pudo confirmar este resultado con un método de análisis aún más riguroso, utilizando la técnica de inmunofluorescencia con anticuerpos específicos (anti-A, anti-B y luego anti-O). En 1998, la sangre AB fue confirmada de nuevo por el Dr. Leoncio Garza-Valdes, de la Universidad de San Antonio (Texas).
El Sudario de Oviedo
En cuanto al Sudario de Oviedo, también fue la doctora Baima Bollone quien determinó que se trataba de sangre AB, utilizando siete muestras diferentes y una técnica similar a la empleada en la Sábana Santa de Turín. Este mismo resultado fue confirmado por análisis independientes realizados en 1993 por el Dr. Villalain Blanco y el Dr. Heras Moreno, y confirmado de nuevo por el hematólogo Dr. Carlo Goldoni unos meses más tarde en un análisis independiente.
La túnica de Argenteuil
Por último, en el caso de la Túnica de Argenteuil, el profesor Gérard Lucotte, brillante genetista y experto en la Túnica, llevó a cabo dos investigaciones diferentes para determinar el grupo sanguíneo presente en la reliquia. La primera se realizó en 1985 durante un estudio dirigido por el Dr. Saint Prix: confirmó que la sangre era del tipo AB. La segunda fue realizada por el profesor Lucotte en los años 2000: mediante una prueba genética de los glóbulos blancos, pudo demostrar que todos los glóbulos rojos pertenecían efectivamente a la misma persona (los glóbulos rojos no contienen ADN, pero los glóbulos blancos sí, y si el ADN es idéntico en cada caso, entonces pertenecen a la misma persona).
En resumen, en todos los casos en los que se ha realizado un análisis de sangre (Lanciano, Tixtla, el Sudario de Turín, el Sudario de Oviedo y la Túnica de Argenteuil) el resultado ha sido siempre sangre del tipo AB. ¡Este resultado es absolutamente fenomenal! Estos objetos independientes proceden de lugares diferentes y de épocas diferentes. Todo esto tiene implicaciones estadísticas.
En 1954, el científico Arthur Mourant publicó los resultados de un estudio sobre la distribución estadística de los grupos sanguíneos realizado en más de 500.000 personas de todo el mundo. Los resultados fueron los siguientes: el grupo AB es el más raro, con menos del 5% de la población. Según el Dr. Franco Serafini, en la población mundial actual, las proporciones de distribución serían las siguientes
O: 40-45%
A: 35-40%
B: 4-11%
AB: 1-5
En otras palabras, ¡la probabilidad de que un ser humano medio tenga el grupo sanguíneo AB es inferior a una entre veinte!
El hecho de que cada una de las tres reliquias de la Pasión y las dos hostias de Lanciano y Tixtla sean de sangre AB hace que la hipótesis del fraude sea inmensamente improbable. En efecto, incluso si imagináramos una gigantesca conspiración en la que los falsificadores se divirtieran poniendo sangre en las hostias y reliquias, sería muy improbable que todos consiguieran encontrar sangre AB. Además, aparte del caso de Tixlta, ¡las demás muestras datan de una época en la que nadie sabía que existían los grupos sanguíneos! En consecuencia, los bromistas nunca podrían haber elegido sangre AB específicamente porque no sabían que existía.
Un simple cálculo matemático demuestra hasta qué punto es inconcebible que todo esto haya ocurrido por pura casualidad. Dado que la probabilidad de que una persona tenga sangre del tipo AB es aproximadamente 0,05 (1 posibilidad entre 20), la probabilidad de obtener sangre del tipo AB dos veces es 1/(20*20) = 1/400= 0,0025.
Del mismo modo, la probabilidad de que los fabricantes medievales consiguieran falsificar la Sábana Santa de Turín, el Sudario de Oviedo y la Túnica de Argenteuil añadiendo sangre del tipo AB es de (1/20)3, es decir, 1/8000 = 0,000125.Y no olvidemos que estos tres fabulistas habrían tenido que realizar estas operaciones "de chiripa" con varios siglos de diferencia y a miles de kilómetros de distancia, ¡sin conocer siquiera la existencia de los diferentes tipos de grupos sanguíneos!
Detalle interesante: en el caso de la oblea de Tixlta, el rhesus (Rh) fue analizado por primera vez y resultó negativo, lo que debería reducir aún más la probabilidad de fraude. En efecto, como señala el cardiólogo Franco Serafini: "Les recuerdo que sólo el 15% de las personas del planeta son Rh negativo. Tras los cálculos, la probabilidad de que un ser humano tenga el grupo sanguíneo AB y Rh negativo al mismo tiempo es sólo de (0,05*0,15 = 0,0075), es decir, ¡sólo 1 persona de cada 133!
Así pues, teniendo en cuenta esta última cifra, la probabilidad de obtener tales resultados por puro azar es en realidad ((1/20)4)*(1/133) = 0,000000046875, es decir, 1 probabilidad entre 21.333.333.
¡Matthieu Lavagna, autor de Soyez Rationnel, devenez catholique! ¡(2022), Les travers de la zététique (2023) y Non le Christ n'est pas un mythe! Libre réponse à Michel Onfray (2024).