Seuca (Rumanía)
Desde 1995
Seuca: la llamada de la "Reina de la Luz" en Rumanía
Rozsika Marian, gitana rumana de origen húngaro y madre de familia, se quedó ciega a los treinta años. Desde 1995, ve a la Virgen María tres o cuatro veces al año en la iglesia parroquial católica de Seuca. Las autoridades eclesiásticas siguen de cerca el fenómeno y observan los ya numerosos resultados: conversiones, paz reencontrada, vuelta a los sacramentos, etc. En el patio de la iglesia católica se ha instalado un altar donde, el día de las apariciones, de diez a quince mil peregrinos acompañan a la vidente, participan en la adoración eucarística y rezan el rosario.
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Razones para creer:
Según su círculo familiar y social, y su director espiritual, el padre Istan Görgy, Rozsika es una mujer muy equilibrada, sin problemas psicológicos ni dificultades existenciales particulares a pesar de su discapacidad. La alegría, la fe inquebrantable, el amor a su familia, la disponibilidad y la humildad caracterizan a Rozsika, según todos los que la conocen.
Rozsika no tiene ningún interés psicológico ni material en inventarse un relato de este tipo: muchas personas se han apresurado a comprobar todos los movimientos de esta mujer desde el primer día de los hechos. Este voyeurismo poco amistoso dista mucho de ser agradable.
Rozsika es completamente ciega, como prueban numerosos informes médicos; sin embargo, ve perfectamente a la Virgen y todos los detalles de las escenas de las apariciones, con una agudeza visual notable, y luego vuelve a perder la vista al final de cada aparición.
Los mensajes que recibe tienen un perfecto sabor evangélico: María llama a la gente a rezar, a convertirse, a ayunar, a comulgar, a hacer la paz y a dejar de luchar. El 21 de marzo de 1999, la aparición dejó un mensaje extraordinario de reconciliación entre los cristianos, pidiendo la creación de dos grupos de oración, uno católico y otro ortodoxo: un acontecimiento excepcional en los anales de las apariciones marianas.
Al llamar a la unidad de los cristianos, los mensajes se hacían eco maravillosamente del contexto religioso y cultural de Seuca, situada en una región multiétnica y multiconfesional, donde ortodoxos rumanos, católicos húngaros, gitanos y seguidores de la Iglesia Unitaria de Transilvania tratan de convivir.
En 1996, durante el más crudo invierno, un manzano floreció en el lugar de la aparición.
Rozsika tuvo visiones de Jesús y de seres malignos. Estos últimos le causaban un miedo terrible, que no se podía fingir.
Nunca hubo el más mínimo error teológico o espiritual en su interpretación de estas complejas escenas, lo cual, dado su bajo nivel sociocultural y su total falta de formación religiosa, es realmente inexplicable.
Se registraron decenas de curaciones inexplicables y se colocaron exvotos a lo largo de la tapia del cementerio de la iglesia católica.
La vidente tenía un carisma sanador, se apresuraba a rezar por la liberación de las personas y bendecía a los peregrinos. Antes de la primera aparición, Rozsika no tenía ningún don carismático. Fue la Virgen quien le concedió estos dones, y la vidente no recibió de ellos ningún beneficio económico ni humano.
En varias ocasiones, al final de las apariciones, centenares de personas vieron una "danza del sol" durante quince minutos, sin poder esgrimir el menor argumento racional sobre este fenómeno caracterizado, en particular, por movimientos insólitos del astro solar y por el poder concedido a los testigos de mirar al sol a la cara sin sufrir ningún ardor en los ojos.
La calidad humana y espiritual de la vidente, la paz reinante entre los fieles de diferentes confesiones, la ortodoxia doctrinal de los mensajes, la autorización concedida a los peregrinos para participar en momentos de oración en público, la presencia conjunta de sacerdotes católicos y ortodoxos en las apariciones y los diversos acontecimientos milagrosos hacen de las apariciones de Seuca uno de los casos más creíbles en esta parte de Europa desde hace medio siglo.
Resumen:
La Virgen María se apareció por primera vez a Rozsika Marian el 17 de julio de 1995, hacia las once de la noche, en la iglesia católica de Seuca. A la edad de treinta y tres años, la joven se había quedado ciega tres años antes. Esta minusvalía fue un calvario que superó admirablemente, tan grande era su fe. Madre de un hijo adolescente, encuentra tiempo para rezar, a menudo hasta altas horas de la noche. Como ella misma explica, ese día del 17 de julio quedará grabado en su mente para siempre; a partir del mediodía, siente que sus oraciones son mucho más fervientes de lo habitual. Este acontecimiento cargado de emoción marca la frontera entre su "antigua" y su "nueva" vida. Rozsika distingue entre un "antes" y un "después" de la primera aparición: en ese momento se convirtió profunda y definitivamente.
La segunda vez, la Virgen se le apareció con un aspecto ligeramente distinto: Rozsika estaba contemplando una estatuilla de la Virgen, cuando se vio rodeada de una luz extraordinaria, antes de convertirse en una mujer viva de belleza sobrenatural. Aparte de la primera aparición, el 17 de julio de 1995, la Virgen María se apareció a Rozsika en fechas concretas (día y hora) que la Madre de Dios había indicado a la vidente durante la aparición anterior.
Además de los milagros de curación que se produjeron en la iglesia donde tuvieron lugar las apariciones y del inexplicable florecimiento de un manzano en pleno invierno (1996), la aparición transmitió mensajes en los que se subrayaba la urgente necesidad de la conversión del mundo, la oración, la paz, la penitencia, el ayuno, la reconciliación y la práctica del Vía Crucis, el rosario y la lectura de la Biblia. Explican que los fieles no deben aplazar su conversión, porque Jesús está enfadado con los pecadores que, a sabiendas, hacen el mal en la tierra. Tales consideraciones están en perfecta armonía con los mensajes de las mayores apariciones anteriores.
Lejos de hablar de una amenaza apocalíptica inminente, estos mensajes expresan el deseo maternal de María de ver a la gente rezar a su Padre celestial y unirse a su Hijo para vencer el mal en todas sus formas en el mundo.
Desde 1995, la Virgen ha enseñado a Rozsika varias oraciones y le ha confiado "secretos". La vidente ha revelado públicamente cuatro de ellos, que se refieren a la necesidad urgente de conversión, precisando que aún no había recibido permiso para revelar los demás.
Algunos acusan a la vidente de centrar la atención en el demonio y en el riesgo de apocalipsis, en detrimento del amor omnipotente de Dios. La teología de los mensajes es perfectamente clara: nunca enfrentan a Dios con una figura demoníaca que sería su igual, sino que, por el contrario, contextualizan la acción de Satanás aquí en la tierra dentro de la economía de la salvación cristiana.
Muchas personas acuden a Rozsika Marian, a la que algunos consideran una "curandera". Ella les explica que no tiene más poderes ni dones que los que le confía el Cielo para anunciar el Evangelio; para ello, María le dice que su carisma de sanadora es un instrumento necesario para que todos puedan creer. No distinguía entre enfermos físicos y enfermos del alma: a sus ojos, todos estaban enfermos porque no amaban suficientemente a Jesús y a sus semejantes.
Hasta 2001, las apariciones se producían en presencia de unas pocas personas: padres, vecinos y residentes, y después en presencia de varios alumnos del instituto local. Poco a poco, el círculo de peregrinos se amplió, sin publicidad, y las apariciones se hicieron públicas, con la prudente autorización del Arzobispado de Alba Iulia, que siguió muy de cerca el desarrollo del fenómeno gracias a la información facilitada por el director espiritual de la vidente.
El 17 de julio de 2001, unas cinco mil personas rodearon a Rozsika durante la aparición del día. Desde entonces, la iglesia católica de Seuca ha sido el único lugar de las apariciones. En algunas ocasiones, la capacidad del edificio se queda pequeña y los peregrinos se reúnen en la plaza.
Además de las celebraciones organizadas con motivo del aniversario de las apariciones, y de las actividades de los dos grupos de oración (católico y ortodoxo) fundados por Rozsika, se invita a los peregrinos a participar en Vía Crucis mensuales, confesiones, clases de catecismo para jóvenes, etc., en la noche del 17.
Los peregrinos suelen detenerse ante una gran cruz iluminada con luces de neón, colocada sobre un pedestal de hormigón delante de la iglesia católica de la ciudad, con una inscripción espiritual en varios idiomas. A continuación rezan ante una hilera de cruces más pequeñas, al final de las cuales aparece el último mensaje de la Virgen. En las inmediaciones se ha construido una pequeña réplica de la gruta de Lourdes, en cuyas paredes se cuelgan mensajes dirigidos a María. En el centro del cementerio hay una plataforma cubierta, en la que se celebra la misa en los aniversarios de las apariciones.
Al final de la aparición del 17 de julio de 2007, la Virgen dio el siguiente mensaje: "Mi nombre en este lugar es "Reina de la Luz". Este es ahora el nombre con el que se honra a María en Seuca. Se pusieron a la venta publicaciones religiosas, diversos escritos que relataban la historia de las apariciones y la biografía de la vidente.
Basándose en el testimonio de Rozsika, un artista pintó a la "Reina de la Luz" vestida de azul, coronada y rodeada de una hermosa luz. El cuadro está expuesto en la iglesia. Se hizo una estatua de tamaño natural de la Virgen y se colocó delante del altar del cementerio, bajo la plataforma cubierta. En una pared adyacente hay clavados mensajes y fotos de peregrinos que han recibido una gracia especial.
Entre los supuestos prodigios, el de la "danza del sol" ocupa un lugar especial. Observada por cientos de personas tras varias apariciones públicas, esta danza dura alrededor de un cuarto de hora. En 2008 y 2009, tuvo lugar después de que Rozsika anunciara el mensaje que María acababa de darle. Sorprendentemente, los testigos son capaces de mirar al sol sin miedo a nada. Algunos llevan gafas de sol, hacen fotos y filman, pero no se han registrado problemas oculares.
En Seuca, el ecumenismo cobra sentido: la multitud que acompaña a la vidente está formada por rumanos, húngaros y gitanos, además de alemanes y moldavos... El núcleo duro de peregrinos está formado por personas de Transilvania y Moldavia. Los húngaros aportan grandes contingentes.
El 17 de junio de 2004, la aparición dictó el siguiente mensaje, que resume el fenómeno de Seuca: "Queridos hijos, gracias por haber respondido a mi llamada, que os transmite esta hija mía [...]. Procurad caminar por la senda de la santidad y de la paz que conduce a mi Hijo. Sólo a través de la santidad podréis llegar a su corazón".
Más allá de las razones para creer:
Rozsika Marian se comunica con la "Reina de la Luz" en rumano, a excepción de la aparición del 17 de julio de 2007, que fue en húngaro, como para ser mejor comprendida por todos los habitantes. Hay que señalar que este tipo de inculturación lingüística es extremadamente rara: aunque la Virgen habla a veces en la lengua de la vidente, incluso en un dialecto minoritario (como el dialecto pirenaico en Lourdes), casi nunca emite sus mensajes en dos lenguas nacionales distintas.
Ir más lejos:
Patrick Sbalchiero, "Seuca (Roumanie)", en René Laurentin y Patrick Sbalchiero, Dictionnaire encyclopédique des "apparitions" de la Vierge Marie, París, Fayard, 2007, p. 1323-1324.