Santa Blandina y los mártires de Lyon, la fuerza de la fe

Durante el reinado de Marco Aurelio, en el verano del año 177, tuvo lugar una violenta persecución en la ciudad de Lyon (Francia). Entre los torturados y condenados a muerte había una esclava cuya heroica resistencia y capacidad para infundir valor a los demás prisioneros cristianos causaron verdadera impresión. Se llamaba Blandina.

Jules Comparat, El martirio de Santa Blandina. 1886. Lyon, iglesia de Santa Blandina, tímpano / © CC BY-SA 4.0/Delfin Le Dauphin

Razones para creer:

Los hechos fueron relatados detalladamente por un testigo presencial en la Carta de las Iglesias de Lyon y Viena a las Iglesias de Asia y Frigia.
En la arena, Blandina fue atada a un poste. Las fieras se lanzaron contra ella, pero, para sorpresa de todos, no la tocaron.
De constitución frágil, Blandina soportó durante varios días multitud de atroces tormentos, cada uno de los cuales podría bastar para matarla: torturas, latigazos, fieras salvajes, la parrilla y las embestidas de los cuernos de un toro. Los verdugos estaban atónitos y fueron obligados a degollarla
Blandina se mantuvo fiel y firme en sus oraciones hasta el final, y los demás cristianos de la arena se fortalecieron con su ejemplo.
Los paganos que asistían a los juegos reconocieron la extraordinaria crueldad de los numerosos tormentos que tuvo que soportadar esta mujer.
¿De dónde procedía su fuerza? No hay una explicación racional a la resistencia heroica de Santa Blandina, ni la obstinación hasta la muerte de los otros 47 cristianos de Lyon. La respuesta es sobrenatural.

Resumen:

Nada sugería el tesoro de fuerza y determinación que escondía esta esclava de constitución frágil. El autor de la Carta de los cristianos de Lyon a la Iglesia de Esmirna afirma: "En Blandina, Cristo nos enseñó esto: lo que es despreciable, vil y feo a los ojos de los hombres, Dios puede juzgarlo digno de gran gloria, por el amor que le tenemos".

Durante la tortura, lo que ayudó a Blandina a sobrevivir no fue negar su fe, sino confesarla. "Le bastaba con repetir: 'Soy cristiana y nosotros no hacemos ningún daño', y recuperaba fuerzas, descansaba y se volvía insensible a la tortura".

En la arena, Blandina fue suspendida y atada al poste. Los cristianos que la veían, contemplaban la imagen de Cristo, crucificado para que ellos pudieran obtener la vida eterna. "Humilde, débil y despreciada, estaba revestida de la fuerza de Cristo". Con su valor y su fe, demostró que "no hay miedo donde reina el amor del Padre, ni sufrimiento donde brilla la gloria de Cristo ".

En el verano del año 177, cuarenta y ocho cristianos fueron martirizados hasta su muerte. Cada uno de ellos es un testimonio edificante: San Potino tenía 90 años cuando fue arrestado y apaleado, Sancto fue curado milagrosamente de las heridas infligidas por la tortura, el adolescente Póntico, el santo apóstata Biblis, Maturo, Atalo...

La sangre de los mártires es la semilla de los cristianos, decía Tertuliano en el siglo III. Los espectadores de los juegos estaban desconcertados por la obstinación de los cristianos de Lyon en confesar su fe a pesar de los tormentos a los que se enfrentaban, por más que abjurar de su fe les habría permitido salvar la vida. Pese a los insistentes esfuerzos de las autoridades romanas por desalentar las conversiones, el cristianismo siguió extendiéndose hasta que, dos siglos más tarde, se convirtió en la religión de Estado del Imperio Romano.

El recuerdo de la historia y el lugar del martirio de Santa Blandina se han transmitido desde el sigloII. Aún hoy, está representado por un poste de madera. Juan Pablo II visitó el lugar en 1986 y dijo de los mártires de Lyon: "No quisieron renegar de Aquel que les había dado la vida y les había llamado a ser sus testigos". Sabemos que todavía hoy, y en todas las partes del mundo, hay muchos que sufren ultrajes, destierros e incluso torturas a causa de su fidelidad a la fe cristiana. En ellos, Cristo muestra su poder. Los mártires de hoy y los mártires de ayer nos rodean y nos sostienen, para que mantengamos la mirada fija en Jesús ".

Solveig Parent

Más allá de las razones para creer:

Los mártires conforman tanto la fe cristiana como la historia de su país. El martirio sigue formando parte de la vida de la Iglesia: en el siglo XX hubo más mártires cristianos que en todos los siglos anteriores juntos.

Ir más lejos:

Lea la carta que describe las persecuciones: Carta de las Iglesias de Lyon y Viena a las Iglesias de Asia y Frigia, recogida en la obra Histoire Ecclésiastique del historiador Eusebio, obispo de Cesarea, siglo IV (disponible en línea).

Más información:

Henri Quantin, Blandine et les martyrs de Lyon Éditions de l'Emmanuel, 2001.
CNews, programa Les belles figures de l'histoire: Sainte Blandine, la force de la foi (2022) : https://www.france-catholique.fr/Sainte-Blandine-la-force-de-la-foi.html.
François Fontaine, Blandine de Lyon Julliard, 1986.
André Candeias, Santa Blandina y San Potino, mártires de Lyon: una historia que sigue siendo actual (2017) :https://fr.aleteia.org/2017/06/02/sainte-blandine-et-saint-pothin-martyrs-de-lyon-une-histoire-encore-dactualite/ ..